Tres menores tuteladas en Navarra fueron prostituidas con 14 y 16 años: procesados tres clientes

Tres menores tuteladas en Navarra fueron prostituidas con 14 y 16 años: procesados tres clientes

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona ha acordado el procesamiento de tres investigados por supuesta inducción a la prostitución y explotación sexual de tres menores de edad en septiembre de 2021 en la capital navarra.

También ha procesado a tres presuntos clientes imputados por mantener relaciones a cambio de dinero con las víctimas a sabiendas de su minoría de edad. Las tres menores, que entonces tenían dos de ellas 14 años y la otra 16, se encontraban tuteladas por la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las personas que dirige Inés Francés y que depende del departamento de Derechos Sociales de la socialista Mª Carmen Maeztu.

La magistrada imputa a los seis procesados delitos relativos a la prostitución, la explotación sexual, corrupción de menores, abuso sexual y contra la salud pública.

La magistrada recoge en el auto de procesamiento, entre otros indicios incriminatorios, los posicionamientos de los móviles en el domicilio en donde se llevaban a cabo las relaciones sexuales, las transacciones bancarias o por Bizum, así como los reconocimientos fotográficos realizados por las menores.

Durante este período de tiempo conocieron y coincidieron en el domicilio con J. F. V. A. y E. D. S. L., quienes, con pleno conocimiento y conscientes de sus respectivas edades, ofrecieron a las menores la posibilidad de ganar mucho dinero de manera fácil realizando videollamadas de contenido erótico. Inicialmente, se les indicó que realizarían esas videollamadas por medio de WhatsApp previa publicación de los anuncios correspondientes en una página de contactos sexuales.

A. P. F. A. conocía y consentía estas prácticas en su domicilio, incluso exigió practicar sexo a una de las menores para permitirle mantenerse en el domicilio, y llegó a mantener relaciones con ella a pesar de conocer su edad. E. D. S. L. enseñó a las menores cómo realizar esas fotografías, que debían ser en ropa interior y poses sugerentes sin que se les viera la cara para que no se detectara que eran menores de edad.

Tenían que portar un cartel en que constaba un número de teléfono que ellos mismos facilitaron a cada una de las menores para recibir las llamadas y mensajes correspondientes. Igualmente, se les indicó que debían renovar estos anuncios constantemente con fotografías y textos nuevos para aparecer en las primeras posiciones de los anuncios.

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